Iglesia Católica: Ansia de poder y prostitución del quehacer político generan caos y violencia

 SANTO DOMINGO.- La Iglesia Católica consideró que el inicio, el próximo 16 de este mes, del nuevo periodo administrativo en los 158 municipios y 234 distritos municipales debiera pasar como un acontecimiento importante en la vida democrática del pueblo dominicano.

En el editorial del semanario Camino, el clero católico señala, en cambio, que ese hecho crea tensión y sobresaltos en la población dominicana.

“La historia reciente recoge en sus páginas tragedias ocurridas en esta fecha patriótica, porque el ansia de poder y la prostitución del quehacer político generan caos y violencia”, manifestó la entidad religiosa.

Señala que la presidencia y el control de los ayuntamientos se han convertido en una “fruta muy apetecida”, por la cual se pone en juego hasta la vida, creando pánico y terror.
Además, agrega que los palacios municipales debieran ser espacios para el diálogo y el debate que conduzcan hacia el respeto, la decencia y la búsqueda del bien común.

El semanario, auspiciado por la Conferencia del Episcopado Dominicano, espera que la elección de los bufetes directivos de las alcaldías transcurra de forma ordenada y civilizada.
Asimismo, aboga que la prudencia esté en cada palabra de los que intervendrán en el traspaso de mando de los ayuntamientos, que en algunos de ellos estrenarán nuevas autoridades.

“Recordemos lo ocurrido en el municipio de Piedra Blanca, Monseñor Nouel, en el 2005, cuando en una fecha como esta hubo 4 personas muertas y más de 10 heridas, en la elección del bufete directivo de la sala capitular”, rememora.

El medio informativo religioso expresa que la sociedad dominicana necesita un poder municipal honesto y transparente, en donde sus ejecutorias sean como una casa de cristal.            
En el 153 aniversario de la gesta restauradora, la Iglesia Católica cree que la mejor muestra de gratitud a los héroes que dieron la vida para lograr la independencia de la República es fortalecer la democracia.


Por Robinson Castro

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