Pocas conclusiones y aún temas por debatir en recta final del Sínodo

Ciudad del Vaticano, 17 oct (EFE).- Los obispos del Sínodo sobre la familia llegan a la votación de mañana divididos sobre varios asuntos y hoy pareció claro que el documento final tendrá pocas conclusiones, aunque indicará temas sobre los que profundizar.


El arzobispo de Múnich, el cardenal alemán Reinhard Marx, confirmó hoy en una rueda de prensa en el Vaticano que no se espera un texto final con "conclusiones", sino "un paso adelante" hacia el próximo Sínodo sobre el mismo tema, en octubre de 2015.

La mayoría de los participantes en el Sínodo que han intervenido en las ruedas de prensa del Vaticano o concedido entrevistas coincidían en que esta asamblea, por otra parte tan esperada, es solo el primer paso de un camino sobre los desafíos de la Iglesia ante las nuevas situaciones familiares y que concluirá con la asamblea de los obispos prevista para octubre de 2015.

"La Relatio Synodi", como se ha llamado al documento final que se aprobará mañana, será "más similar a un Instrumentum laboris", es decir, el documento preparatorio del próximo Sínodo, que a las "propositiones", que normalmente lo concluían, precisó el arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin.

Marx, uno de los arzobispos más proclives a la apertura de la Iglesia hacia las que consideran situaciones irregulares de la familia, instó hoy a la necesidad de "nuevos impulsos que abran puertas" y a que la Iglesia a 

"no repita siempre las mismas cosas".
Pero según se pudo observar en los documentos aprobados por los diez "Círculos menores", grupos de idiomas en los que se dividieron los participantes, son pocas las novedades y muchas las divisiones.
Sigue abierto el debate sobre si dar la Comunión a los divorciados que han contraído nuevas nupcias, pues solo un grupo lo apoyó, uno de lengua italiana que votó a favor, mientras que otros pidieron profundizar y otros aseguraron que no se puede cambiar la doctrina.

El arzobispo de Viena, el cardenal Christoph Schönborn, explicó que en el Sínodo es como una gran familia: 
"Sucede a menudo que la madre dice que es demasiado peligroso, mientras el padre dice que "no hay que tener miedo".

"Algunos padres del Sínodo dicen que no tenemos que olvidar la doctrina, pero otra parte también abogan por la necesidad de acompañar a todas aquellas situaciones difíciles", dijo Schönborn.

En el documento final se podría incluir una mención a la necesidad de acogida a los homosexuales, pero varios círculos matizaron la necesidad de expresarse con prudencia, al igual que a la hora de valorar también a las parejas que viven fuera del matrimonio católico.
Un punto que seguramente aparecerá en la "Relatio Synodi" será el de hacer una referencia más amplia al mensaje positivo del Evangelio de la familia, al hecho de que el matrimonio - unión indisoluble entre un hombre y una mujer, de acuerdo con la doctrina oficial de la Iglesia - "es un valor todavía de mucha actualidad y en el que muchas parejas creen".
Entre hoy y mañana se está encargando de redactar el documento final una comisión nombrada por el papa Francisco y compuesta por el relator general, el cardenal Peter Erdö; los secretarios Bruno Forte y el cardenal Lorenzo Baldisseri y otros ocho miembros.
Entre ellos se encuentra el presidente del Consejo Pontificio para la Cultura, Gianfranco Ravasi; el rector de la Universidad Católica Argentina, Víctor Manuel Fernández y el superior General de los Jesuitas, el padre Adolfo Nicolás.
La división plasmada en estos días ha llevado incluso a algunos medios a lanzar la hipótesis de que los participantes en el Sínodo no consiguiesen mañana ponerse de acuerdo para votar la declaración final.
Sin embargo hoy, el cardenal Marx aseguró que aunque se han vivido "tensiones" y discusiones "efervescentes", se aprobará la declaración.
También mañana, será publicado el llamado "Mensaje del Sínodo de los Obispos al Pueblo de Dios", con la reflexión de los participantes en esta asamblea. EFE


Ciudad del Vaticano, 17 oct (EFE).- El arzobispo de Múnich, el cardenal alemán Reinahrd Marx, defendió hoy la necesidad de que la Iglesia dé "acogida" a las nuevas situaciones de las familias y consideró "inconcebible" que se diga a un homosexual que no puede vivir el Evangelio.
El también presidente de la Conferencia Episcopal Alemana y uno de los miembros del llamado "G9" vaticano, nombrado por el papa Francisco para reformar el Gobierno de la Iglesia, explicó hoy en una rueda de prensa en el Vaticano su posición durante el Sínodo de obispos.
Marx, uno de los arzobispos más proclives a la apertura de la Iglesia hacia las que se consideran situaciones irregulares de la familia, afirmó que también el papa espera por parte de los obispos "nuevos impulsos que abran puertas para poder seguir proclamando el modelo de familia".
Sobre este tema, Marx explicó que no se trata de cambiar la doctrina, pero recordó que la Iglesia tiene 2.000 años y que no se puede continuar repitiendo siempre las mismas cosas.
"No tenemos que seguir citándonos a nosotros mismos continuamente", dijo el arzobispo alemán, quien agregó que está "convencido" de que la iglesia debe "encontrar un lenguaje distinto".
Sobre los homosexuales explicó que el "catecismo no les condena por su condición" aunque la Iglesia no puede aceptar la práctica de la homosexualidad, pero subrayó que no se pueden descartar los "valores" que hay en algunas parejas homosexuales que se han acompañado y han sido fieles durante años.
Para Marx, la palabra "exclusión" no puede formar parte de la Iglesia católica y no se pueden crear "católicos de segunda o tercera clase".
"Usted es homosexual y no puede vivir el Evangelio. Decir esto es algo que es inconcebible", agregó.
Respecto a que los divorciados que se han vuelto a casar puedan acceder a los sacramentos, uno de los temas sobre los que la asamblea no se ha puesto de acuerdo, Marx defendió que "el magisterio de la Iglesia puede obviamente cambiar".
"El Evangelio es el que es, pero ¿lo hemos descubierto todo?", señaló.
Marx confirmó que en estos días, en el debate en el aula del Sínodo ha habido "tensiones" y momentos de "gran efervescencia", pero lo consideró positivo pues ha surgido la voluntad de encontrar una línea común sobre varias materias.
Los obispos se reunirán mañana por última vez para aprobar el documento final tras este Sínodo extraordinario que comenzó el pasado 6 de octubre, pero el pensamiento generalizado es que se tratará no de un texto de conclusiones sino de "un paso adelante" hacia el próximo Sínodo sobre el mismo tema en octubre de 2015. EFE

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