La Iglesia Episcopal Dominicana saludó ayer el pronunciamiento de la iglesia Católica a través de la Carta Pastoral emitida con motivo del Día de la Altagracia, en la cual critica los niveles de violencia y criminalidad en el país.
El obispo diocesano Julio César Holguín dijo que apoya la Carta Pastoral de la Conferencia del Episcopado Dominicano, porque toca una serie de aspectos de la vida nacional como la inseguridad, la corrupción y el trato a los inmigrantes.
“También es una enseñanza bíblica, y la solidaridad se debe tener hacia el extranjero y yo espero que los dominicanos poco a poco vayamos aprendiendo a vernos en el rostro del otro y dar acogida a quien está en mayor necesidad; pero también a la solidaridad hacia las personas en sentido general”, expresó.
El obispo consideró además que hay que unir esfuerzos, tanto las iglesias como la sociedad en sentido general, para trabajar a favor de una ciudadanía más responsable.
“Creo que el pronunciamiento de los obispos de la hermana iglesia Católica es atinado y amerita que le pongamos atención, pero debemos tomar iniciativas también”, dijo.
Sostuvo que una oportunidad para llevar a cabo un encuentro entre las diferentes denominaciones cristianas es la Semana de la Oración por la Unidad, que se celebra del 18 al 25 de este mes y de no ser así por el tiempo, podría ser en un futuro.
“Yo creo que una de las cosas que bien se podría hacer es que se convoque a una reunión, si no se puede en esta semana porque ya está encima, pero en el futuro, de los diferentes representantes de las diversas denominaciones cristianas para que asumamos como cristianos nuestra parte con los aportes a la formación de buena ciudadanía”, indicó.
Holguín dijo, además, que hace falta que se retome en las escuelas y colegios la educación cívica, antes llamada moral y cívica.
En cuanto a la decisión del Consejo Dominicano de la Unidad Evangélica (Codue), de leer en todos los recintos religiosos la lista de los candidatos “pro aborto, pro gay y en contra de la soberanía” para que no voten por ellos, el obispo de la Iglesia Anglicana dijo que “hay que dejar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”. Consideró que no es el rol de la iglesia decir al pueblo por quién votar, sino que debe dejar esa decisión a la conciencia de cada persona.
“Nosotros deberíamos concentrarnos más en orientar a nuestra gente en evaluar los resultados de nuestros representantes, en qué han aportado el diputado, o senador, que se eligió, en bien de la comunidad”, sostuvo
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