Miles de feligreses de todo el país se congregaron ayer en las calles del barrio El Caliche, Manoguayabo, Santo Domingo Oeste, para celebrar la Fiesta de la Divina Misericordia, tradicional devoción de la iglesia Católica.
La concentración que se realiza desde hace 29 años por la comunidad de laicos católicos Fuente de la Divina Misericordia, reunió a miles de hombres, mujeres y niños que abarrotaron las calles circundantes a la “Casita de la Misericordia”.
En la actividad que se inició a tempranas horas de la mañana se realizaron tres misas y una procesión por toda la avenida Los Beisbolistas y las vías internas del sector, con declaraciones de sanidad, restauración y perdón.
Los sacerdotes Tony Bonilla, Francisco Javier y el párroco José Arismendi de León Helena, oraron por los presentes, exhortando a difundir el mensaje de la misericordia, el perdón y al amor.
A la fiesta que se conmemora el primer domingo después del Día de Resurrección, acuden personas enfermas y con distintas necesidades, en busca de presentar a Dios cada petición.
De rodillas, con manos levantas y llanto, los feligreses clamaban a Dios entonando cánticos de alabanza y agradecimiento por su misericordia y perdón.
Para la actividad se cerraron varias calles, se colocaron bocinas, carpas y un cuerpo de seguridad compuestos por miembros de la policía municipal y de la Autoridad Metropolitana del Transporte para la viabilizarían del tránsito.
De acuerdo con Belkis Peralta, jefe de la policía municipal, cerca de 30,000 personas acudieron a la celebración.
Los creyentes oraron por problemas sociales que afectan el país, así como por la situación que vive Venezuela.
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UNA RELIGOSA TRAJO LA DEVOCIÓN EN 1987
UNA RELIGOSA TRAJO LA DEVOCIÓN EN 1987
La devoción que llegó al país en el año 1987, fue establecida por medio del diario de la monja santa María Faustina, de origen polaco, conocida como “Apóstol de la Misericordia”.
Esta fiesta fue impulsada por el papa Juan Pablo II, quien proclamó la Divina Misericordia, a celebrarse el segundo domingo de Pascua.
En el diario, sor Faustina escribió que Jesús le dijo: “Debes saber, hija mía que mi Corazón es la misericordia misma”.
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