Fuente/Listin Diario
Ramón Urbáez
Santo
Domingo
Desde
primeras horas de este Viernes de Dolores, los fieles católicos en República
Dominicana y en casi todo el mundo han iniciado su participación en las
celebraciones litúrgicas, viacrucis y devociones a la Virgen Dolorosa, a través
de las redes sociales, debido a que el coronavirus ha obligado a suspender
todos los actos festivos y multitudinarios.
Por primera
vez, desde que el cristianismo llegó a América y, precisamente, a través de
esta isla bautizada por Cristóbal Colón con el nombre de la Española, la
iglesia católica se ha visto en la obligación de suspender todos sus cultos y
actividades públicas, de modo que los fieles puedan acogerse a las medidas de
distanciamiento social y comunitario, que incluyen el aislamiento casi total de
las personas en sus hogares.
Semana Santa
es una fecha anual muy importante para la religión cristiana, dado que se
conmemora la Pasión de Cristo, es decir, la entrada a Jerusalén, el juicio, la
crucifixión y la resurrección de Jesús de Nazaret.
Cada año,
millones de fieles cristianos se reúnen para recordar durante ocho días la
vida, obra y muerte de Jesucristo. Sin embargo, debido a la alerta sanitaria
por la pandemia de coronavirus, algunos eventos masivos se llevarán a cabo a
puerta cerrada, no sólo en nuestro país sino en todo el mundo, situación que
será mucho más notable en los países donde las procesiones y actos de Semana
Santa son multitudinarios.
El Viernes
de Dolores es el día en el que tradicionalmente comienza a celebrarse a nivel
popular la Semana Santa. Este viernes anterior al Domingo de Ramos, que se
conoce también como Viernes de Pasión, se inician las grandes procesiones en el
mundo católico.
En algunas
regiones, el Viernes de Dolores es considerado como el inicio de la Semana
Santa o Semana Mayor. Los cristianos (especialmente católicos y ortodoxos)
manifiestan su fervor religioso en la celebración de los dolores de la Virgen
María, que se incluyen por ejemplo en la liturgia de la Misa, En algunos
lugares se le denomina Viernes de Concilio, y se toma como día de ayuno y
abstinencia, quedando prohibido el consumo de carnes.
Esta antigua
celebración mariana tuvo mucho arraigo en toda Europa y América, y aún hoy
muchas de las devociones de la Santísima Virgen del tiempo de Semana Santa,
tienen su día festivo o principal durante el Viernes de Dolores, que conmemora
los sufrimientos de la Madre de Cristo durante la Semana Santa.
El concilio
Vaticano II consideró, dentro de las diversas modificaciones al calendario
litúrgico, suprimir las fiestas consideradas "duplicadas", esto es,
que se celebren dos veces en un mismo año; por ello la fiesta primigenia de los
Dolores de Nuestra Señora el viernes antes del Domingo de Ramos fue suprimida,
siendo reemplazada por la moderna fiesta de Nuestra Señora de los Dolores el 15
de septiembre. Aun así, en la tercera edición del Misal Romano (2000), hay un
recuerdo especial a los Dolores de la Santísima Virgen en la celebración ferial
de ese día, introducida por San Juan Pablo II.
El Viernes
de Dolores o Viernes de Pasión, también conocido anteriormente como el Viernes
de Concilio, da inicio a la conmemoración de la muerte de Cristo en el
Calvario. Recuerda el sufrimiento que acompañó a la Virgen María durante la
muerte de su hijo.
“Con el
Viernes de Dolores en el tiempo de cuaresma que culmina el Miércoles Santo y
días previos a "Domingo de Ramos"; nos indica que es tiempo de
preparación para la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de
Nuestro Señor. Es una invitación que nos hace la Iglesia de disponernos para
celebrar estos misterios y para participar en lo que son las liturgias de la
Iglesia católica”.
Algunas de
las manifestaciones de estos días son misas, peregrinaciones y procesiones de
la Virgen Dolorosa
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