´Por José
Luis Ogando Martínez.
Santo
Domingo Este, RD.- La solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo (Cristo Rey),
fue instaurada por Pío XI el 11 de marzo de 1925. Apareció en el contexto
histórico y social de una Iglesia sola e inerme frente al auge republicano y
anticlerical de los países europeos. No olvidemos que las monarquías eran tradicionalmente
cristianas y que los eclesiásticos se declaraban monárquicos. Es fiesta de un
título de Cristo correspondiente a una ideología, hostil a la secularización
del mundo moderno y nostálgica de la cristiandad medieval. Se revaloriza el
título de Jesús como Rey de reyes, con la pretensión de que los Estados
reconozcan pública y oficialmente a Jesucristo Rey, mediante consagraciones
hechas por el primer mandatario de la nación. Ante los nuevos parlamentos, la
Iglesia pretende defender sus derechos a través de partidos políticos
cristianos y de centrales sindicales católicas. No se admitía la autonomía del
mundo, se defendía el poder temporal de los papas y se exaltaba la autoridad de
la Iglesia institucional hasta límites increíbles. Como Jesús es Rey, se
concluía que la Iglesia ha de ejercer la
realeza con todas sus consecuencias relativas a derechos, privilegios e
influencias. Otros pretendieron espiritualizar la realeza de Jesús considerado
Rey de las almas, sin conexión alguna con lo social y lo político. Jesús era
como mero guía espiritual. Después del Concilio Ecuménico Vaticano II debemos
situar la solemnidad de Cristo Rey en un nuevo contexto social, dentro de las
perspectivas litúrgica del viernes santo. El mundo posee su autonomía propia,
no pertenece a la Iglesia. Sólo desde la fe podemos afirmar que Jesucristo es
Señor del mundo y de los hombres.
También debemos revisar nuestra concepción cristiana de la Iglesia y, en
concreto, las relaciones de ésta con el Estado. La Iglesia ha de ser libre e
independiente de todo poder civil. Su misión incide en las realidades
temporales, aunque desde el ángulo de lo específicamente evangélico, ya que el
ejercicio del profetismo es tarea esencial cristiana. La realeza de Cristo no
se visibiliza en la Iglesia por sus poderes o su esplendor, sino por la justicia, el servicio y la
caridad.
(Libros
consultados: Misal de la Comunidad,
Vaticano II, Catecismo de la Iglesia Católica).
´´SOLEMNIDAD DE JESUCRISTO,
REY DEL
UNIVERSO.
LITURGIA DE
LA PALABRA.
COMENTARIOS.
El Año
litúrgico se termina subrayando la centralidad de Cristo en la historia y en la
vida humana. La promesa divina de ser personalmente el guía del pueblo. La
antigüedad formalizada con la cultura pastoril acuñó la imagen del pastor para
referirse a los guías de los pueblos. La
usó también la teología. Frente a los pastores que explotan el rebaño o lo
dejan perecer, Dios reúne a los dispersos y los conduce a la fuente de la vida.
El profeta exilico anuncia así la salvación de Dios al pueblo destruido. Jesús
actualizó esa imagen, dando origen a una nueva humanidad, liberada del pecado y
de la muerte. El Señor juzgará a cada uno según las relaciones fraterna de amor
con los más necesitados, los pobres y los sencillos. El juicio de Dios está
presidido por la entrega a los hermanos, Cristo es fundamentalmente nuestro
prójimo.
Feliz domingo
en Jesucristo,
Rey del
Universo.
Su
hermano en Cristo:
José Luis
Ogando Martínez.
´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´
DOMINGO DE
LA SEMANA XXXIV DEL TIEMPO ORDINARIO.- Solemnidad de Jesucristo, Rey del
universo.
Color blanco
MISA (A):
Propio; Gloria; Credo; Oración de los fieles propio; Prefacio Propio Plegaria
Eucarística III; bendición solemne, no. VII.
LITURGIA DE
LAS HORAS:
Se hace las
I Vísperas de la Solemnidad; Invitatorio: Salmo 94; Oficio de Lectura: Te Deum;
Todo se hace de la Solemnidad; en la Hora Intermededia la Salmodia se hace del
Domingo I del Santerio y el resto de la Solemnidad; si hay un ministro
ordenado, no. VII.
LECTURAS DE
MISA:
Ez
34,11-12.15-27;
Sal
22,1-2a.2b-3.5-6;
1 Cor
15,20-26a.28;
Mt 25,31-46.
OFICIO DE
LECTURA:
Dn 7,1-27.
ARZOBISPADO
CASTRENSE:
Festa de Santa
Cecilia, patrona de la Policía Nacional.
RITO HISPANO
MOZÁRABE:
Domingo II
de Adviento.
ORDEN
FRANCISCANOS MENORES:
Memoria del
Beato Pascual Fortuni, presbítero, y compañeros, mártires (rojo).
SOLEMNIDAD
DE JESUCRISTO,
REY DEL
UNIVERSO.
ORACIÓN DEL
DÍA
Señor Jesús,
Rey del Universo, tú que, resucitado por el poder del Espíritu, has hecho que
tu trono esté firme para siempre, para que nunca sea destruido, haz que seamos
digno de entrar en tu presencia cuando seamos juzgados en el amor, que podamos
contemplar a la Iglesia, tu casa, aderezada con el adorno de santidad,
sirviéndote por los días sin término.
Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
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