No hay
disposiciones particulares para este año sobre la forma de celebrar el Domingo
de Ramos. Sin embargo, dentro de las opciones que prevé el misal, quizá la
mejor para este año sea la tercera, es decir, la "entrada simple"
pues así se puede guardar la distancia entre personas que se ha recomendado.
De acuerdo a
esa opción, el sacerdote se reviste con la casulla (no pluvial como en las
otras opciones), y se dirige al altar mientras se canta la antífona de entrada
con su salmo, u otro canto que haga alusión a la entrada del Señor. El
sacerdote, llegado al altar, lo venera y se dirige a la sede. Después de hacer
la señal de la cruz, saluda al pueblo. Si no es posible cantar una antífona de
entrada, el sacerdote, inmediatamente después de llegar al altar y venerarlo,
saluda al pueblo y lee la antífona de entrada.
Tras el acto
penitencial (y el Kyrie, en su caso), se reza la colecta. Siguen las lecturas,
tras lo cual se proclama la Pasión. Esta lectura puede hacerse a varias voces.
Una voz lee
lo que dice el narrador. Otra, lo que dice Jesús. La tercera, lo que dicen los
demás personas. Puede haber una cuarta voz que lea lo que dicen las demás
personas en “multitud”, que pueden ser todos los fieles; o bien, esto también
lo puede decir la tercera voz.
La lectura
de la Pasión por laicos es una concesión pastoral en los lugares en donde
faltan ministros ordenados. Por ello, si en la Misa no hay más ministros
ordenados que el sacerdote, los laicos pueden leer la parte del narrador, y la
de las demás personas y el sacerdote la parte de Jesús. En la forma tradicional
los laicos no pueden nunca proclamar la Pasión.
Durante la
aclamación antes del Evangelio no se pone incienso en el incensario, ni las
velas flanquean el ambón. Pero el celebrante sí bendice al diácono. Si no hay
diácono, el celebrante no bendice ni a otro concelebrante ni a los laicos que
lean.
El lector
que lea la parte del cronista no saluda al pueblo, ni hace la señal de la cruz
sobre el libro y sobre sí mismo, y no inciensa. Después de la lectura, el
ministro (sea o no ordenado) no besa el libro.
Tras la
lectura de la Pasión, puede haber una breve homilía. Después, la Misa continúa
como de costumbre.
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