DOMINGO IV DEL TIEMPO DE ADVIENTO.



              (MARÍA, NUEVA EVA)

Al encender estas cuatro velas,

en el último domingo pensamos en Ella,

la Virgen, tu madre y nuestra madre,

nadie te esperó con más ansía,

con más ternura, con más amor,

nadie te recibió con más alegría. 

Te sembraste en Ella,

como el grano de trigo se siembra en el surco 

y en sus brazos encontraste la cuna más hermosa, también nosotros queremos prepararnos así: en la fe, en el amor, 

en el trabajo de cada día. 

Ven pronto Señor

Ven a salvarnos!

                           

                ORACIÓN 


Dios Padre todopoderoso, que has revelado tu misterio mantenido en secreto durante siglos eternos, y me ofreces un signo al final de este tiempo de adviento, ayúdame a poner mi confianza en ti y a responder generosamente al Espíritu Santo, como la Virgen María, que creyó y dejó que Él la fecundada, que crea en este misterio porque sí, y desde esta fe propague el Evangelio y contagie a los demás. 

Por nuestro Señor Jesucristo,  tu Hijo. Amén.

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