30 de junio
La celebración de los santos protomártires de la Iglesia de Roma es una fecha para honrar a los hombres y mujeres anónimos fieles que dieron su vida por Cristo.
Con el anuncio de la Buena Nueva de los Apóstoles sobre la llegada de Jesús, el número de cristianos fue en aumento. Sin embargo, el Senado romano rechazó esta nueva religión. Argumentaban que era contraria a las tradiciones de Roma y la declararon ilícita hacia el año 35 d.C.
Durante el Imperio de Claudio, ya corrían noticias de la persecución en Jerusalén y Judea por parte de las autoridades religiosas a los cristianos.
Entonces muchos judíos que habían llegado a Roma, además de extender la Fe vieron cómo en la Capital del Imperio pasaban inadvertidos. Pero llegó fatídicamente Nerón al trono imperial quien, de forma sibilina, mandó quemar Roma, en el año 64. Tan sofisticada fue la orden y la realización del macabro episodio que nadie pensó en la autoría. Instigando a varios senadores empezó a correr el rumor que se hizo noticia, de que los cristianos eran los causantes del incendio.
Tal fue la credibilidad que se dio a tal mentira que los seguidores del Evangelio fueron despreciados, luego proscritos, luego prohibidos y, al fin, llevados a la cárcel y ajusticiados. Las avenidas se llenaron de cristianos crucificados, o se convocaba públicamente al pueblo para la decapitación de cristianos y en la crueldad mayor, morían a manos de las fieras hambrientas, en el circo romano.
Lo más duro de todo es que Nerón habiendo oído que seguían a Cristo y que Éste se proclamaba la Luz del mundo, cogía las reliquias de los cristianos y las usaba como antorchas en sus palacios. También era cruenta la manera de matar a los niños a los que vestían con piel de cordero (al saber que Cristo era el Cordero Manso llevado al matadero) y les dejaban a manos de perros de presa.
En la actualidad la iglesia los conmemora el 30 de junio.
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