SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN!

Este viernes es día del Sagrado Corazón de Jesús. En el Antiguo Testamento se vio como la hendidura de la roca donde entró Moisés y grito: "Yahveh, Yahveh, lento a la cólera y rico en misericordia." Moisés gritó porque vio el corazón de Dios. La endidura de la roca es un signo del costado de Cristo. 

En la crucifixión, Longino, el centurión, le atravesó el corazón con la lanza y, al momento, salió sangre (la pascua) y agua (el bautismo).

En un pueblo, cerca de Nápoles, llamado Lanciato (de donde era el centurión que le traspasó el costado con la lanza), Italia, se hizo el primer milagro eucarístico. Un sacerdote que dudaba de que el pan y el vino se convierte en el cuerpo y la sangre de Cristo. Celebrando la misa, acabando de hacer las fórmulas consecratorias se dio la transformación delante de él.


Ese trozo de carne lo llevaron a hacer estudios y resultó ser carne humana, del corazón específicamente.


Escribo esto porque quiero exhortar que pidan a Jesucristo que los meta en su costado y puedan ver profundamente su amor, que puedan ahí llenar sus necesidades. Ahí es donde todos podemos ser saciados, consolados, asistidos, amados, comprendidos, valorados, acompañados y fortalecidos. 


Este viernes debemos hacer un alto y contemplar un corazón que late de amor por nosotros. Santo Tomás, el Mellizo, tocó con sus manos el corazón de Jesús y exclamó: "Señor mío y Dios mío."


"Venid a mí, vosotros todos, que estáis casados y agobiados -dice el Señor-, y yo os aliviaré; tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón."


¡Buena solemnidad!

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