Nuestra Señora de Regla: la patrona del pueblo de Bani



21 de Noviembre


Baní.- Todas las comunidades dominicanas se caracterizan por encomendarse a un ser superior que bendiga y cuide el pueblo, que sea su patrón. En el caso de Baní, ese rol le corresponde a la Virgen de Regla, la reina de sus fiestas patronales.


La devoción por esta virgen se remonta a los tiempos de la colonización, cuando el arzobispo Fray Domingo Fernández de Navarrete, en 1683, fundó la Parroquia Nuestra Señora de Regla, establece Antonio Lluberes.


Los pobladores de la época ya tenían devoción hacia la Virgen de Regla, la cual se originó en el remoto siglo cuatro, en el norte de África, de allí pasó a España, luego a La Habana, Cuba; más tarde a las islas Filipinas y a Baní.


Una capillita rústica, hecha de tablas de palma y techo de cana era el santuario dedicado a esta Virgen con que contaban las poblaciones dispersas que se movían alrededor del recién fundado pueblo.


Muchas otras capillas fueron construidas y destruidas por desastres naturales y otras por el ser humano, como ocurrió el 4 de marzo de 1805 cuando la destruyó el general Jean Jacques Dessalines; pero en 1885 el padre José María Merino asumió la parroquia que existía en el momento y decidió darle continuidad a la construcción de un templo para el pueblo. La imagen de la Virgen, de acuerdo con datos del historiador Joaquín Incháustegui, era en un principio pintada sobre tela, pero la estatua actual data alrededor de 1810, cuando una devota llamada Francisca la Francisquera la compró al cabildo de Santo Domingo y la regaló a la iglesia banileja. Aunque esta estatuta estuvo afectada por dos incendios, uno en 1882 y otro en 1908, fue restaurada y se mantiene en pie hasta los días actuales.


Personajes históricos En el pueblo de Baní no solo se dan buenos frutos y crece buen ganado, sino que se ha caracterizado por tener hombres y mujeres que han aportado a la historia, tanto nacional como internacio nal. Personajes como Francisco Gregorio Billini, general, periodista, presidente de la República y literato, autor de la novela “Baní, o Engracia y Antoñita”. Pero otro de los grandes que esas tierras vieron nacer fue Máximo Gómez, quien fuera general en jefe de los ejércitos libertadores de Cuba.


Solar Cuando Gómez nació, las extensiones territoriales de Baní se limitaban a unas cuadras y el solar donde se encontraba la casa de este “maestro de la guerrilla”, que se conserva aún en la actualidad como un pequeño parque de exhibición para el público: El hijo del framboyán que existió en el patio de Gómez y el último horcón de madera de su vivienda están expuestos en ese pedazo de tierra histórico.


En vida, Gómez donó su casa para que construyeran en ella una escuela, pero su proyecto visionario se desarrolló aún después de su muerte, cuando el gobierno cubano lo continuó y donó a Baní el politécnico Máximo Gómez, uno de los centros educacionales más importantes del país. En honor al natalicio y fallecimiento de Gómez, los banilejos realizan celebraciones, en honor al héroe que nació en sus tierras.


Otros hechos históricos de los cuales fue escenario el pueblo banilejo fue la Batalla de Las Carreras, ocurrida el 21 de abril de 1849 entre las tropas dominicanas y haitianas, donde salió victorioso el ejercito dominicano; también la retirada que hizo Santana después de la Batalla del 19 de Marzo fue hacia la comunidad banileja.


El nombre de la bahía Puerto Hermoso tiene su origen en la época de la colonia; fue bautizada así por Cristóbal Colón, cuando en su segundo viaje se encontró con una tormenta y se refugió allí. En el mismo lugar se encuentran las salinas de Puerto Hermoso, donde se hace la sal de modo natural, a base de evaporación.

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