Acabando el Adviento hacía una reseña. Acentué algo que me llamó la atención. Jesús nace en Bethlehem, es decir, la casa del pan. Les insistía que hay que buscar el pan pero no el pan con levadura, el pan jamed, sino el pan sin levadura, el ácimo. No nos deténgamos en la levadura del pecado sino en la pureza de este pan que comunica vida eterna.
Ahora invito a contemplar el Belén y encontrarnos en él. En Belén hay tres grutas donde han acontecido realidades importantes. Esta la Gruta de la Navidad, la Gruta de los Pastores y la Gruta de la Leche.
En la Gruta de la Navidad vimos al Rey de la Gloria nacer en un establo de animales. La lógica humana no logra encontrarle sentido a esto. Cómo el Hijo de Dios nace en condiciones infrahumanas. Nace en este lugar y su cuna es un pesebre.
Luego, está misma noche de Navidad un ángel se le aparece a unos pastores que están en una gruta, la Gruta de los Pastores, haciendo turno para cuidar sus ovejas. Estos hombres, en Israel, eran considerados impuros por su oficio y por el contacto que tenían con las prostitutas en los pozos (Jn 4). Lo que me extraña es que el Ángel no le dice este anuncio al Sumo Sacerdote o a los sacerdotes que estaban en el Temblo: "No temáis, os traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre" (Lc 2,10-12). Este anuncio se les da a los que su corazón se lo han entregado al mundo, a sus negocios, a sus proyectos, al pecado.
La Gruta de la Leche está en Belén y es diferente. En esta gruta acontece algo inaudito. Herodes, al enterarse que ha nacido un rey en su jurisdicción, manda a matar a todos los niños menores de 2 años. En esta gruta se experimenta la impotencia. Como se le dan fin a la vida de estos niños sin dejar que se les vea crecer y desarrollarse en una vida sana y robusta. ¿Cuántas veces vemos a nuestros hijos siendo perseguidos por nuevos Herodes? ¿Como eso lo que ocurrió en Belén se ha repetido una y otra vez en la historia. Hoy también lo experimentamos nosotros con nuestros hijos. Nuestros hijos son amenazados y perseguidos por la colonización ideológica, por el pragmatismo, por la cultura de muerte, por una gran crisis antropológica, por una falta de identidad, por la dictadura de la cibernética.
Hoy, invitó, deseo que veamos dónde estamos ubicados. Estamos en las tres grutas. La Gruta de la Navidad es una invitación a amar a Dios con toda la mente, la Gruta de los Pastores à amar a Dios con todo el corazón y la Gruta de la Leche es una invitación a amar a Dios con el corazón.
Ya terminemos la Infraoctava de la Navidad contemplando a Santa María, madre de Dios. Veamos en Ella el proceso de llegar a la gloria haciendo la peregrinación de la fe. Preparemos nuestro corazón a lo que falta en las demás Liturgias llenas de grandes gracias como es la Epifanía del Señor y el Bautismo del Señor.
Feliz Año Nuevo 2023
su hermano en Cristo:
José Luis Ogando Martínez.
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