SI ERES HIJO DE DIOS



Este domingo se llama Domingo de las Tentaciones.

El hombre fue tentado en un jardín y experimentó el desierto. Jesús fue tentado en el desierto y fue consolado por los ángeles.

El demonio tienta al hombre para que atente contra el primer mandamiento. El demonio pone en duda el amor de Dios en el hombre. El Tentador pretende hacer que el hombre no ame a Dios con su corazón (el pan), con las fuerzas (la historia) y la mente (los ídolos).

Este domingo es para iluminar el sentido que tiene el ayuno, la oración y la limosna. El ayuno hace que uno se mantenga sobrio, la oración ayuda a estar fuerte espiritualmente y la limosna cura el ojo del discernimiento.

El ayuno cura los afectos desordenados que podemos tener con personas, animales, objetos y lugares. La oración ayuda a darle sentido a la historia, a obrar bien, a construir la vida según Dios. La limosna ayuda a despojarnos de la idolatría, de amar más lo que es y no postrarnos al como deberían ser las cosas.

Vamos al desierto, salgamos de nuestro oasis y rescatemos lo que se ha perdido en nuestra vida. Quitémosle al Tentador lo que nos ha arrebatado. Una de las cosas que nos quiere poner a dudar el demonio es que Dios es nuestro Padre.

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