LAS TRES GRUTAS.-

Todo el tiempo de Adviento nos hemos preparado para la Navidad. La Navidad es un acontecimiento tan grande no se puede contener en sólo día. La Navidad abarca lo que es la Infraoctava de Navidad. En estos ocho días entregamos la Mystagogia.

En el primer día contemplamos algo que rompe todo lo razonable. El hijo de Dios nace en una gruta. ¿Cómo puede ser que el Hijo nazca en tanta precariedad?

Esa misma noche hay unos pastores en un valle. En ese valle hay muchas grutas. Siempre me he preguntado por qué el ángel no fue donde el Sumo Sacerdotes o a los sacerdotes. El ángel fue enviado a los pastores. Yo en el Belén que hago pongo grutas, un pozo y las mujeres que buscan agua. ¿Qué buscan los pastores? ¿Qué buscan las mujeres? En hebreo buscar se dice dodim y encontrar se dice ahabá. ¿Qué buscan ellos? ¿Qué desean? ¿Qué quiere el corazón? En cada gruta de este valle de los pastores hay algo que el hombre busca y entrega el corazón.

Este cuarto día de la Infraoctava de Navidad vemos la Fiesta de los Inocentes. Hoy entramos a la tercera gruta. Es la Gruta de la Leche. Cuando Herodes dio la orden de asesinar a todos los niños de Belén. En sueños José es avisado por un ángel que tomara al niño y a su madre porque quieren matar al niños, que vaya a Egipto. Ellos no llegaron a salir sino que se escondieron en una gruta a unos metros de donde vivían. En esa gruta contemplamos la impotencia de ver cómo Herodes está matando a los niños y entre ellos al nuestro, eso aterraba a José y a María. El aire estaba espeso por la tensión, el grito de los padres petrificada de miedo y de impotencia. ¿Si el niño llora y nos descubren? Un drama desolador.

En este año celebramos la Navidad. Hoy ha llegado Navidad y viene a iluminar nuestra realidad ahora. ¿En qué gruta me encuentro? Cada gruta es una prueba o una situación donde en el drama de nuestra vida se manifiesta el amor a Dios con toda la mente (la Gruta de la Natividad), amar a Dios con todo el corazón (el Valle de los Pastores donde hay muchas grutas) y amar a Dios con todas las fuerzas (Gruta de la Leche).

Navidad ilumina la maternidad y la paternidad humana. El ángel que va a anunciarles sobre el nacimiento del Salvador, el Mesías, el Señor, no va al Templo sino a los que le habían entregado el corazón a las vanidades y vaciedades de la mundanidad para que encontraran la salvación.

Hoy también estamos en la Gruta de la Leche viendo como muchos Faraones, Herodes, buscan a nuestros hijos para matarlos. Hay nuevos Herodes que persiguen a nuestros hijos. Hoy tenemos que vernos en esa Gruta y ver la salvación de Dios como dice el responsorio del Salmo: "Hemos salvado la vida como un pájaro de la trampa" (Sal 123,8). Cuantas veces hemos visto esos momentos de impotencia y vemos como Dios como Dios crea caminos de salvación. No es el poder del hombre, es la gloria de Dios. Dios hace nuevas todas las cosas. Donde el hombre termina, comienza Dios.

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