: DOMINGO VII TIEMPO ORDINARIO

             ORACIÓN 

Dios Padre misericordioso, mi alma te bendice, tú  que en tu Hijo has perdonado todas mi culpas y has recatado mi vida de la fosa; te pido que me des el espíritu del semón de la montaña, para amar al enemigo, tener caridad, misericordia y perdonar, y así, ser imagen del hombre celestial. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 DOMINGO VII DEL TIEMPO ORDINARIO.-  

Color verde

 

MISA (C): 

Propio; Gloria; Credo; Oración de los Fieles propio; Prefacio Dominical VII; Plegaria Eucarística III.

LITURGIA DE LAS HORAS: 

Invitatorio: Salmo 94; en el Oficio de Lectura: Te Deum; Domingo III del Salterio y de la Semana VII del Tiempo Ordinario.

LECTURAS BÍBLICAS: 

1 Sam 26,2.7-9.12-13.22-23;

Sal 102,1bc-2.3-4.8 y 10.12-13 (R/: 8a);

1Cor 15,45-49;

Aleluya: Jn 13,34;

Lc 6,27-38.

OFICIO DE LECTURA: 

Anual: Ecl 1,1-18;

Impar: 1 Cor 10,14~11,1;

Patrística: De los Capítulos de San Máximo Confesor, abad, sobre la caridad (Centuria 1, cap. 1,4-5.16-17.23-24.26-28 PG 90,962-967). 

Jn 20,19-31. 

COMENTARIO DE LA LECTURA DE LA MISA: 

La misericordia del Padre, manifestada en el Hijo con el Espíritu Santo, es divinizante. Todos los discípulos de Jesús deberán vivir la compasión del Padre en su corazón y deberán llevar en su rostro y en sus obras el icono de la misericordia del Padre del cielo. Una misericordia que es fruto de su unión con Cristo y del don del Espíritu Santo en sus corazones.

Así se convierten en imágenes de Dios, una imagen rota en el pecado y que Cristo ha restaurado, como nos dice la segunda lectura. La magnanimidad y la generosidad de David que perdona la vida a Saúl, que le quería mal, son profecía de la bondad que el Señor pide a sus discípulos. El salmo 102 es un himno al amor de Dios y ha sido definido como un salmo evangélico porque celebra doxológicamente el amor del Señor: infinito, lleno de ternura y subsistente en la gloria de la Trinidad.

CALENDARIOS PARTICULARES: 

Rito Hispano Mozárabe: 

Domingo VII de Cotidiano (verde).