ORACIÓN
Señor, perdoname por mi actitud de desobediencia, de obstinación y falta de referencia a ti; ayúdame en esta cuaresma a escuchar tu voz, y a no endurecer mi corazón, que no me cierre a tu gracia, que crea que Tú tienes poder para perdonarme y salvarme. Amén.
JUEVES III DEL TIEMPO DE CUARESMA.-
Color morado
MISA (D):
Propio; Oración de los Fieles Propio; Prefacio V de Cuaresma ; Plegaria Eucarística II; oración ad libinum sobre el pueblo.
LITURGIA DE LAS HORAS:
Invitatorio: Salmo 94; la Salmodia se toman del Jueves III de las Semanas del Salterio y el resto del Jueves III de Cuaresma.
LECTURAS DE MISA:
Jr 7, 23-28;
Sal 94,1-2.6-7.8-9;
Lc 11,14-23
OFICIO DE LECTURAS:
Año 1: Heb 4, 14—5, 10: Jesucristo, sumo pontífice.
Patrística:
Del tratado de Tertuliano, presbítero, sobre la oración: El sacrificio espiritual.
Comentario a las Lecturas de la Misa:
El Señor, con su muerte y resurrección, se ha manifestado como «el más fuerte» que ha entrado en la casa, donde vivíamos bajo el poder del maligno, lo ha derrotado y nos
ha liberado. Así ha manifestado que el reino de Dios ha llegado a nosotros. También así muestra quién está con él: «el que no está conmigo está contra mí». En la travesía cuaresmal del desierto la Iglesia no ha de endurecer el corazón y debe escuchar «hoy» la voz del Señor, como se canta en el salmo: «Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor, no endurezcáis vuestro corazón». La didascalia versa sobre la dureza de corazón. Tampoco deberíamos abrir ninguna puerta al maligno ya que puede apoderarse de todo y quitarnos todo lo que en nosotros hay de cristiano.
CLÉRIGOS REGULARES DE SOMASCA: Beato Francisco Fara de Bruno, presbítero (conmemoración).
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