DOMINGO II DEL TIEMPO DE PASCUA.-



Domingo de Tomás el Mellizo o de la Misericordia. 


Color morado

 

MISA (A): 

Propio; Gloria; Secuencia de Pascua; Credo; Oración de los Fieles Propio; Prefacio I de Pascua (en este día); si se usa las  Plegaria Eucarística I, II y III con sus embolismo de la Octava de Pascua; Bendición Solemne de la Octava de Pascua.


LITURGIA DE LAS HORAS: 

Invitatorio: Salmo 99; Himno propio del Domingo de Pascua; en el Oficio de Lectura: Te Deum; Domingo II de Pascua y Domingo II del Salterio; si hay un ministro ordenado la bendición solemne, no. 3.


LECTURAS BÍBLICAS: 

Hch 5, 12-16;

Sal 117,2-4.16-18.22-24 (R/: 1);

Ap 1, 9-11a-13.17-19;

SECUENCIA DE PASCUA;

Aleluya: Jn 20,29;

Jn 20,19-31.

OFICIO DE LECTURA: 

AÑO 1:

Col 3, 1-17: La vida nueva en Cristo.

PATRÍSTICA:

De los sermones de san Agustín, obispo: La nueva creación en Cristo.

Sugerencias: Invitatorio: Salmo 99.


COMENTARIO A LAS LECTURAS DE LA MISA:

Jesús se manifiesta de manera gloriosa «ocho días después» y trae de su regreso de la cruz, de la muerte y de los infiernos, la paz. También entrega a los discípulos (exhalando sobre ellos) el Espíritu Santo y los capacita para el perdón de los pecados. La comunidad apostólica será siempre pneumatófora (portadora del Pneuma divino), por ello podrá perdonar los pecados. La duda de Tomás es motivo para que el Señor proclame la última bienaventuranza, la más nuestra, la de quienes, sin ver, hemos creído: «Bienaventurados los que crean sin haber visto». También la profesión de fe de 

Tomás en la divinidad de Jesús es uno de los 

puntos culminantes del cuarto evangelio: Jesús, crucificado y resucitado, es Dios («¡Señor mío y Dios mío!»). Tomás, por su falta de fe se 

había alejado de la comunidad: aquello que mantiene la comunidad de fe es la eucaristía celebrada cada ocho días. Como canta el salmo: «Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia».

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