ORACIÓN
Señor, Tú que miras desde el cielo, pon tus ojos en mí, que yo deponga todo orgullo, toda lógica humana, para vivir en situación de fe, que crea en las escrituras y admita tu testimonio y busque la gloria que viene de ti el único Dios. Por Jesucristo nuestro Señor, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por lo siglos de los siglos. Amén.
JUEVES IV DEL TIEMPO DE CUARESMA.-
Color morado
MISA (D):
Propio; Oración de los Fieles Propio; Prefacio II de Cuaresma; Plegaria Eucarística II; oración ad libinum sobre el pueblo.
LITURGIA DE LAS HORAS:
Invitatorio: Salmo 94; el Oficio de Lectura se hace del Jueves IV de Cuaresma; la Salmodia con sus antífonas del Jueves IV de las Semanas del Salterio para Cuaresma y el resto del Jueves IV de Cuaresma.
LECTURAS DE MISA:
Ex 32,7-14;
Sal 105, 19-20.21-22.23;
Jn 5,31-47.
OFICIO DE LECTURAS:
Año 1: Heb 9, 11-28: La nueva alianza en la sangre de Cristo.
Patrística:
De los sermones de san León Magno, papa: Contemplación de la pasión del Señor.
COMENTARIO A LAS LECTURAS DE LA MISA:
En la primera lectura, la intercesión solidaria de Moisés a favor del pueblo. En el diálogo de Jesús con los judíos, el Señor manifiesta que, si sólo él diera testimonio de sí mismo, su testimonio no sería válido; pero de él dan testimonio el Padre, las Escrituras, Juan y las
obras que él hace. Él revela y hace presente la gloria del único Dios. Para conocer a Jesús hay que tener el amor de Dios en el cora-zón. La oración del salmo es ya la de Jesús: «Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo». Él, en la cruz, se convertirá en el gran intercesor, como un nuevo Moisés. Así será siempre.
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