SANTA CATALINA DE SIENA, VIRGEN Y DOCTORA DE LA IGLESIA.


                  ORACIÓN 

Señor Dios nuestro, que diste a santa Catalina de Siena el don de entregarse con amor a la contemplación de la pasión de Cristo y al servicio de la Iglesia, haz que, por su intercesión, el pueblo cristiano viva siempre unido al misterio de Cristo, para que pueda rebosar de gozo cuando se manifieste su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén.

 MARTES II DEL TIEMPO DE PASCUA.- Memoria Obligatoria de Santa Catalina de Siena, virgen y doctora de la Iglesia. 


Color blanco


MISA (D): 

Propio; Oración Propia; Prefacio de las Vírgenes; Plegaria Eucarística III; al "Podéis ir en paz" se le añade "aleluya, aleluya." 


LITURGIA DE LAS HORAS: 

Invitatorio: Salmo 94; en el Oficio de Lectura la primera lectura se hace del Martes II del Tiempo de Pascua y la Segunda Lectura de la Memoria, el Cántico Evangélico de Laudes y Vísperas, y la oración conclusiva de la Memoria; todo se hace del Martes II de las semanas del Salterio.


LECTURAS DE LA MISA:

Hch 4, 32-37;

Sal 92, 1ab.1c-2.5;

Jn 3, 7b-15.

LECTURA DE LA MEMORIA:

1Jn 1,5-2,2; 

Sal 102, 1-2. 3-4. 8-9. 13-14.17-18a; 

Mt 11, 25-30

OFICIO DE LECTURA: 

AÑO 1:

Exhortación a las Iglesias de Éfeso y Esmirna.

Ap 2, 1-11

PATRÍSTICA:

Del Diálogo de santa Catalina de Siena, virgen, sobre la divina providencia: Gusté y ví.


COMENTARIO A LAS LECTURAS DE LA MISA:

Santa Catalina de Siena forma parte de los pequeños y humildes de corazón a quienes el Padre ha querido revelar los misterios del reino. Ella por la oración, la gracia y la penitencia se introdujo en el conocimiento mutuo que tienen el Padre y el Hijo. De esta forma recibió la sabiduría –como don de lo alto– que ejerció en su mística y en su profecía. También en su amor a los pobres. Como 

doctora de la Iglesia recibió la sabiduría divina como don para ser entregado a la Iglesia de todos los tiempos. El salmo 102: «Bendice alma mía al Señor», canta al Dios de la alianza «compasivo y misericordioso, lento a la ira, rico en clemencia». Es la alabanza de santa Catalina, y, con ella, la 

de toda la Iglesia, a Dios que nos ha dado a 

Jesucristo como víctima de propiciación por 

nuestros pecados, no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero (primera lectura).


DOMINICOS: 

Fiesta de Sants Catalina de Siena, virgen y doctora de la Iglesia (blanco).


BENEDICTINOS: 

Memoria de San Hugo, abad (blanco).


PREMONSTRATENSES: 

Memoria de San Acardo de Avranches, obispo (blanco). 


MARTIROLOGIO: 

Memoria de San Antonio Kim Song-u, mártir (rojo).

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