ORACIÓN
Dios nuestro, que por la predicación del obispo san Agustín de Cantorbery hiciste brillar la luz del Evangelio sobre el pueblo de Inglaterra, haz que la semilla de sus trabajos apostólicos continúe dando frutos en tu Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén.
MARTES VI DEL TIEMPO DE PASCUA.-
Memoria Libre de San Agustín de Canterbury, Obispo.
Color blanco
MISA (D): De la Feria; Oración de los Fieles propia; Prefacio Pascual II; Plegaria Eucarística III; a las palabras de despedida "Podéis ir en paz" y a su respuesta se añade "Aleluya, aleluya."
LITURGIA DE LAS HORAS: Invitatorio: Salmo 99; El Himno propio del Martes de Pascua; el Oficio de Lectura se hace del Martes VI de Pascua; los Salmos se hacen del del Martes II de las semanas del Salterio y el resto del Martes VI de Pascua.
LECTURAS BIBLICAS:
Hch 16,22-34;
Sal 137,1bcd-2a.2bcd-3.7c-8 (R/: 7c);
Aleluya: Cf. Jn 16,7.13;
Jn 16,5-11.
OFICIO DE LECTURA :
Año 1:
1Jn 2, 12-17: El cumplimiento de la voluntad de Dios.
Patrística:
Del comentario de san Cirilo de Alejandría, obispo, sobre el evangelio de san Juan: Cristo es el vínculo de la unidad.
O de la memoria: De las cartas de san Gregorio Magno, papa: Los ingleses han sido revestidos por la luz de la santa fe.
COMENTARIO A LAS LECTURAS LA MISA:
El bello relato (que escuchamos ayer) de la conversión de Lidia y de su familia contrasta con el texto de hoy. En Filipos, Pablo y Silas sufren persecución: son desnudados, azotados con varas, molidos a palos y encarcelados en la mazmorra, con los pies inmovilizados en el cepo. En estas condiciones, se da como una especie de teofanía en forma de terremoto. El carcelero, en medio de la oscuridad, «pidió una lámpara»: será también la lámpara de luz de su fe. Pablo le dice claramente: «Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia. A aquellas horas de la noche» el carcelero recibe la instrucción. Después recibe inmediatamente el bautismo, junto con su familia, les prepara una mesa (la eucaristía) y celebran una fiesta por haber creído en Dios. La
fe es el motivo de la fiesta y de la alegría. Su noche se iluminó con una nueva luz, la del Señor, como la noche pascual.
El texto del evangelio de hoy es complicado teológicamente. El «irse» de Jesús no ha de ser motivo de tristeza, sino de alegría. Por que sólo yéndose puede enviar el Espíritu Santo. Por eso les dice: «Os conviene que me vaya». El Espíritu revelará al mundo la
injusticia de la muerte del Hijo de Dios.
CALENDARIOS PARTICULARES:
BENEDICTINOS:
Memoria de San Agustín de Cantorbery, obispi (blanco).
MARTIROLOGIO:
Memoria de San Julio de Dorostoro, mártir (rojo).
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